Apila todas tus mentiras
y hazte un púlpito,
desde el que predicar
con superioridad fingida.
Cantalas una y otra vez,
como una nana
para dormir tu conciencia.
Mienteté a ti mismo
mejor que a los demás.
Haz de tú palabra falsa
las nuevas escrituras,
creelas y mata por ellas
aunque no sea necesario.
Se el héroe de tu cuento,
mata dragones inventados.
Entonces, cuando tú castillo
de cartas de amor plagidas,
se desmorone sobre ti
y te claven con la verdad
a una cruz hecha de opiniones.
Podrás morir por verdades ajenas,
no serás nunca más un niño,
serás al fin un hombre.
domingo, 5 de octubre de 2014
Mitomanía.
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