Tu frente a mi
en un ring lleno.
No te importó
ni la categoría, ni el peso.
Te bailo, me fintas
buscando mis huecos.
La campana dobla por mi
cuando me das el primer beso.
Me tiendes en la lona
para luego montarme
y cuando acabas
tiraste la toalla
después de limpiarte.
No recuerdo tus golpes
pero sí cada asalto
duro y contra las cuerdas.
Besarte a ti
siempre es besar la lona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario