Quizá en mi juventud
nunca me sentí querido
y puede que la vida
me haya dado mas palos
que besos una mujer.
Me odio a mi mismo
tanto como he amado,
el hombre que lo tuvo todo
y no quiso ser nada,
un perdedor vocacional.
Pese a todo
os tengo a vosotras,
a mi mujer, a mi musa,
a mi Lolita, a mi amiga,
a mis amantes
y a otras tantas,
tal vez no os he amado
como realmente merecéis
pero lo he hecho,
permitidme la poca modestia,
mas que nadie
en éste puto mundo.
Buenas noches mis amores,
estéis dónde estéis,
me sigáis correspondiendo o no,
con los mejores deseos
de vuestro imbécil favorito.
jueves, 30 de junio de 2016
Vuestro imbécil favorito
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