Solo fueron dos mentiras:
una la vida a la que vuelves,
la otra que me querías.
Elegiste reinar en tu infierno
a ser una más en el cielo,
ser un premio de consolación
en una estantería vacía,
construirte tu valla blanca
con maderas carcomidas.
Sólo fueron dos mentiras,
y no serán las últimas,
pero ésta vez, amor,
para mi sí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario