cuando no lo mereces,
tu a mi siempre
aunque no te merezco.
Es curioso
como las cosas importantes
nunca se eligen.
Te quiero
gimiendo encima mía.
Te quiero cuando estás lejos,
te odio en las distancias cortas
porque con un simple gesto
o una mirada felina
me desmontas.
Te quiero cuando estoy triste
y quiero contarte
cada cosa buena que me pasa.
Somos lo peor,
no elegimos amarnos
y aquí estamos,
cerca, lejos, en silencio, hablando,
pinchandonos, follando, sin tocarnos,
pero siempre amándonos.
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