Toca mis estigmas
y creeme cuando te digo
que me clavaste a una cruz.
Ahora que he vuelto a esos besos
que me venden por tan poco.
Pasaras otra noche negandome
para al día siguente
difundir cada palabra mía.
Ayer eché a los mercaderes
de tú sagrado cuerpo
con la esperanza de que bastara
sólo mi carne y sangre,
pero ambos sabemos
que no te van la dietas.
Te excluire una vez más
de mi nuevo testamento,
con la vana esperanza
de que seas mejor viuda
que debota esposa.
Esperame tres días
en brazos de otro
y amame otra vez
sin ningún tipo de fe.
lunes, 2 de marzo de 2015
Sin ninguna fe.
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