domingo, 20 de julio de 2014

1001

El sol no brilla
en este desierto
húmedo y dulce
con senos por dunas.
Las sirena cantan,
las campanas doblan
y finjo que no es por mi,
empachado de manzanas,
durmiendo el sueño de los justos,
en mi ataúd de cristal.
Esperando un beso
que nunca me hace despertar.
Pasando mis mil y una noches
de insomnio, corazones rotos
y cigarros mal apagados.
Escuchando tus cuentos
que ya no engañan a nadie.
Escribiendo poemas de amor
en el polvo de mi vitrina.
Escapando de mi mismo
para poder huir otro día.

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