Lo que la verdad esconde
y no nos gusta mirar.
Lo cubrimos hasta no verlo
de hermosas mentiras
para poder levantarnos
sin alma, ni objeto,
una mañana mas.
Bajo toda esa rabia,
cicatrices y tetosterona,
bajo todo el sexo,
la ternura casual
y cada conquista,
hay algo dónde nadie,
ni amigo, ni amante,
puede jamás llegar.
Ese cable suelto,
esa parte de tú alma
que vendiste, perdiste
o simplemente te robaron.
Ése engranaje que te falta
y hace que no sepas funcionar.
Ese vacío en ti
que te hace ser tú mismo
y no te deja olvidar.
No hay perdón, ni absolución,
no hay penitencia, ni placebo.
Nada puede curar la nada
que el día menos pensado,
te consumirá.
domingo, 5 de julio de 2015
Cable suelto.
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