Quizá ésta noche
deje atrás la melancolía,
conduciendo mi deseo
por cada una de tus curvas.
Quizá y sólo quizá,
sea capaz de recorrerte
hasta olvidarme de mi,
pasar de largo la pena,
adelantar la tristeza y la pérdida.
Ojalá pudiera vivir
recorriendo el camino
que es tú blanca piel
o acabar tendido
en tú cálida cuenta.
Pero hace tiempo
que voy en reserva
y en ésta huida de mi mismo
olvidé parar en una gasolinera.
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