Cuento de hadas macabro.

Un baile de etiqueta
la víspera de difuntos,
dónde las personas
se disfrazan de monstruos
y los monstruos lucen
trajes de piel humana.
Suenan las campanas,
es media noche,
se rompen todos los hechizos
pero nadie se quiere ir a casa,
la muerte les espera en sus camas.
Sí se duermen desaparecerán,
nadie les recordará,
nadie les habrá conocido,
un aborto final de todo su ser
con carácter retroactivo.
La música sigue sonando,
a los invitados
les empiezan a sangrar los pies,
los pecados inconfesables
les pesan cada vez más.
Todos vendieron a sus hijos
por poder estar ahí,
por ser los protagonistas
de su muy particular
cuento de hadas macabro.