rotundamente
a que algo tan grande,
que ni celdas, ni muros, ni cancelas
pudieron separar,
muera en el polvoriento silencio
de la melancolía.
No me conformo con pagar facturas
y malcriar gatos.
No consiento que sigas tan cerca mía
mientras duermo
y tan lejos de tus sentimientos.
Tú eres todo y el mundo ya tiene demasiada nada.