domingo, 29 de mayo de 2016

Desayuno.

Tú,
dormida en mis brazos
tan jodidamente perfecta,
tan joven y hermosa.
Tus pequeños senos
bailan al son de tu respiración,
el sol de la mañana
te ha despertado.
Me miras con esos ojos
llenos de un fuego
que hace tantos años
se extinguió en mi.
Sé que un día me dejarás,
como dejaste de jugar
con tus muñecas.
Pero ahora me besas
y nos desayunamos
el uno al otro.
Lo eterno no es para siempre,
tengo muy claro
que sólo soy un juguete,
un plato nuevo en el menú,
algo que nuca habías probado.
Pero no me importa,
por un pequeño momento
nada importa,
nada lo hará
mientras estés a mi lado.

jueves, 26 de mayo de 2016

En el invierno de tu armario.

Tu ausencia
siempre me deja triste,
como un vestido de verano
colgado en el invierno de tu armario.
Mi boca aulla a la Luna
por no poder besar tu piel,
mis manos,
ociosas,
escriben poemas que nadie lee,
a la espera de poder recorrerte.
Mi cabeza no se habla
con mi corazón
y mi alma,
si es que tengo de eso,
se quedó durmiendo entre tus senos.
Una noche más
tu estas lejos
y pocas cosas duelen tanto
como dormir con tu recuerdo.

viernes, 13 de mayo de 2016

El tiempo es relativo.

La vida sin ti es tan aburrida.
Creo que si no hubieras
aparecido en la mía
viviría tantos años
que los fríos glaciares
correrían para mi como arrollos.
Sin ti las estaciones
parecen fines de semana,
los años un suspiro.
Sin ti las generaciones
duran veinte cigarros,
las estrellas nacen y mueren
cuando no estás a mi lado.
Pero cuándo estás,
conviertes un minuto
en una intensa eternidad,
cada latido en una dulce era,
cada tarde en una larga primavera,
cada noche en un eón.
Valió la pena descubrir
que el tiempo es relativo
en tus perfectos labios.

viernes, 6 de mayo de 2016

Redescubrimiento.

Te veo
y aunque te haya visto
infinidad de veces,
me sorprende tu belleza,
es como si cada vez que te miro
fuera la primera.
Cada vez que te uelo,
cada vez que te toco,
cada vez que te beso,
te redescubro
una vez y otra
con los cinco sentidos.
Conozco al milímetro
tu perfecta geografía,
pero nunca me canso de explorar
cada curva, cada colina,
cada depresión,
cada oscuro rincón
de tu cuerpo de mujer
y de tu alma de niña.