jueves, 30 de julio de 2015

Nunca olvido que me quieres.

El humo se disipa,
con el blanco techo
como telón de fondo.
Blanco como los folios
que no te llené de poemas.
Blanco como la luz
de las estrellas muertas.
Desnudo y sudado,
me siento completamente sólo.
No porque me haya olvidado
de que me quieres,
eso nunca pasará,
simplemente olvidé
que me quiero a mi mismo.

viernes, 17 de julio de 2015

Huyendo de mi mismo.

Quizá ésta noche
deje atrás la melancolía,
conduciendo mi deseo
por cada una de tus curvas.
Quizá y sólo quizá,
sea capaz de recorrerte
hasta olvidarme de mi,
pasar de largo la pena,
adelantar la tristeza y la pérdida.
Ojalá pudiera vivir
recorriendo el camino
que es tú blanca piel
o acabar tendido
en tú cálida cuenta.
Pero hace tiempo
que voy en reserva
y en ésta huida de mi mismo
olvidé parar en una gasolinera.

martes, 14 de julio de 2015

Ecce Lupus

Los colmillos,
pese al desuso,
aún los conservo.
Nací con el pelaje
hacia dentro.
Cazo por deporte
y cuanto más como
más hambre tengo.
No soy un hombre,
pero la mayoría de las veces
hasta lo parezco.
Cambie por asfalto
mi tranquilo bosque,
la luna por tú blanca piel.
Soy el gran lobo malo,
feroz y encantador
del que previenen
las madres y los cuentos.

domingo, 12 de julio de 2015

Mis lectores favoritos.

Muchos presumen
de escritores favoritos.
Hablan de ellos
y atesoran sus palabras
en polvorientos estantes.
Los coleccionan con ansia
como sí de amantes se tratasen.
Yo en cambio prefiero
a mis minoritarios lectores.
Adoro de una forma extraña
a esos pequeños voyeurs
que se asoman a mi alma,
ya sean casuales e intencionados.
Siendo hermanos
de la insana cofradía
de la larga noche en vela
o duerman en paz
como el peor de los canallas.
Conociéndonos en persona
o en el mayor anonimato de la red.
Sí estás leyendo esto
probablemente seas
uno de mis lectores favoritos.

sábado, 11 de julio de 2015

Imperfectos desconocidos.

Eres la persona
más importante de mi vida
y sí nos cruzáramos
probablemente ni te reconocería.
Cada día sin ti
es una terrible pérdida,
cada noche en tú ausencia
es un poco más oscura y gélida.
La vida pasa para los dos
y nos convierte poco a poco
en imperfectos desconocidos.
Pasen los años,
nos separe el mundo
y aunque lo desconozcas,
siempre te querré, hija mía.

domingo, 5 de julio de 2015

Cable suelto.

Lo que la verdad esconde
y no nos gusta mirar.
Lo cubrimos hasta no verlo
de hermosas mentiras
para poder levantarnos
sin alma, ni objeto,
una mañana mas.
Bajo toda esa rabia,
cicatrices y tetosterona,
bajo todo el sexo,
la ternura casual
y cada conquista,
hay algo dónde nadie,
ni amigo, ni amante,
puede jamás llegar.
Ese cable suelto,
esa parte de tú alma
que vendiste, perdiste
o simplemente te robaron.
Ése engranaje que te falta
y hace que no sepas funcionar.
Ese vacío en ti
que te hace ser tú mismo
y no te deja olvidar.
No hay perdón, ni absolución,
no hay penitencia, ni placebo.
Nada puede curar la nada
que el día menos pensado,
te consumirá.

El juego arcano-etílico definitivo.



¿Quieres que tus juergas sean capaces de romper el sello de R'lyeh?
¿Que Azathoth toque su flauta para ti en una bacanal que parezca no tener fin?
¿Que la cordura de tus amistades vuelva a casa sola y llorando como la amiga fea en su baile de graduación?
Joven adepto, estas de enhorabuena. Unos simples pasos te separan de ello.



Paso uno:

Afloja la mosca.




  Consigue tu Cthulhu Dados, yo me hice con el mio en Sector 34
El juego de por si ya es bastante divertido, compralo y sigue las normas como el fiel adepto al caos y la oscuridad que eres. Vale unos 5 Euros (No seas rata). Tiene un dado de doce caras muy molón, 18 cuentas, las normas y las bendiciones de nuestro señor todo poderoso Cthulhu (Si no fuera mercha de primera, no permitiría que llevara su nombre).

   Anexo: normas


Paso dos: 

A la mierda las normas.


        Coge las cuentas que trae el juego, meteselas por diversos orificios a un infiel al azar y sustitúyelas por chupitos para complacer a nuestros señores de mas allá del tiempo y el espacio.
Las maldiciones se lanzan a voz en grito y con toda la mala leche posible. Ejemplo: "Ahí te pille una avalancha de mierda en un callejón sin salida, con las manos a la espalda y bostezando, hijo de la grandísima puta".

   Por el resto se siguen las normas dictadas por nuestro amo todo poderoso Cthulhu al hermano Steve Jackson.

   Nota aclaratoria para cortitos o carentes de inventiva: Cuando pierdes un punto de cordura te lo bebes. Si ganas uno lo acumulas (Tranquilo, no te duraran mucho). Si robas cordura, el que la pierde se la bebe y te pone un chupito que se acumula.



Paso tres: 

Solo los verdaderos creyentes lo consiguen.


     Si el ritual del paso dos te parece un poco moñas, para un autentico seguidor de la destrucción mundial y los tentáculos, hay una versión solo apta para los mas devotos y fans de lo erótico-festivo.

   Antes de empezar los fieles participantes se desprenden de su calzado y lanzan sus calcetines gritando por la vuelta de nuestro auténticos señores.

   Las féminas participantes deben liberar sus senos de la opresión heteropariarcal del sostén (Como algún día Cthulhu se liberará del sello de R'lyeh) y ponerlos encima de la mesa en ofrenda a los verdaderos dioses. 

   Nota: Si no hay sujetadores, ya sea por falta de ellos o de mujeres, no pasa nada, tampoco es que a los dioses exteriores les guste meterse en donde no les llaman. No hay nada de malo en que la juerga la patrocine Oscar Mayer.

   El objetivo de todo este pandemónium es que los adeptos participantes solo vistan con tres prendas (Dos exteriores y una interior) en equivalencia a sus puntos de cordura representados por chupitos.

   Resumen para los del final de la clase: Pierdes punto de cordura, bebes y te quitas una prenda. Las prendas ni se recuperan, ni se acumulan, como sucede con los chupitos. La unica excepcion es que en caso de robar un punto de cordura, el sustractor deberá lucir la prenda del vencido en un sitio que no sea el natural de dicha prenda, pero no podrá perderla ni se contabilizara como punto de cordura (El chupito si). Ejemplo: Si te gano un punto de cordura, durante el resto de la partida luciré tu ropa interor en la cabeza (O tus pantalones de bufanda) con la mayor solemnidad posible.

   Nota adicional: Cuando un fiel seguidor se quite una prenda, el resto de adeptos deben apoyarlo tarareando el himno ceremonial 
compuesto por el hermano Joe Cocker "You can leave your hat on".



Si sigues mis instrucciones  y no desfalleces, acabaras ebrio, desnudo y con la ropa interior sudada de otra persona por sombrero, como el fiel siervo del mal que eres.