jueves, 30 de octubre de 2014

Te sigo viendo.

Te sigo viendo
y tú ya no estás,
como la luz fantasma
de las galaxias muertas.
Estabas tan jodidamente lejos
que tarde una eternidad
en darme cuenta
que lo nuestro se acabó.
Otra vez vuelvo
a reinar en mi infierno,
daría mi corona
por seguir escribiendo
a las puertas de tú cielo.
Fuiste mi musa
pero no te inventé,
nunca lo olvides.
Aunque tú fría luz
ya no me guíe,
aunque todo me diga
que ya no estás,
te sigo viendo.

domingo, 19 de octubre de 2014

Cada puta palabra me sigue oliendo a ti.

Te has llevado
prácticamente todo
y lo poco que queda
está manchando
ésta hoja en blanco.
Un amor sólo perfecto
sobre el papel
o quizá ni eso.
Buscándote entre borradores
me perdí por enésima vez.
Aunque las musas se divorcien
de sus grises escritores,
siempre nos quedará
el verso crudo y desgarrado.
¿Sí nunca me amaste
porque me dueles tanto?
¿Porqué sí no te amo,
cada puta palabra
me sigue oliendo a ti?

domingo, 5 de octubre de 2014

Mitomanía.

Apila todas tus mentiras
y hazte un púlpito,
desde el que predicar
con superioridad fingida.
Cantalas una y otra vez,
como una nana
para dormir tu conciencia.
Mienteté a ti mismo
mejor que a los demás.
Haz de tú palabra falsa
las nuevas escrituras,
creelas y mata por ellas
aunque no sea necesario.
Se el héroe de tu cuento,
mata dragones inventados.
Entonces, cuando tú castillo
de cartas de amor plagidas,
se desmorone sobre ti
y te claven con la verdad
a una cruz hecha de opiniones.
Podrás morir por verdades ajenas,
no serás nunca más un niño,
serás al fin un hombre.

viernes, 3 de octubre de 2014

Una celda con vistas a la vida.

Perdido entre sentimientos
y versos de segunda mano,
que hace tiempo
a nadie importan.
Como un jarrón chino
malpegado y barato,
al que nadie se molesta
en ponerle flores.
Buscandome
noche tras noche,
día tras día,
en el fondo de las botellas
y en los brazos
de mis niñas perdidas.
Con un adosado
en el filo de la navaja
y una celda con vistas
a la vida.

jueves, 2 de octubre de 2014

El silencio ganó.

Una vez más el silencio
ganó la guerra a las palabras.
Con el humo de mi cigarro
se fueron tus besos
y tú corta ausencia
lleno la madrugada.
La luna dejó de ser nuestra
y las noches ahora
pertenecen a la nada.
Estrellas muertas
hace demasiado tiempo,
iluminan una piel clara
que ya no sé cómo alcanzar.
Una vez más el silencio
se llenó de tu ausencia.