lunes, 12 de mayo de 2014

Morir en domingo.

Muero un poco
cada domingo,
mi alma se diluye
en el cielo gris
que dejó la tormenta.
Nunca supe estar en paz,
no se me hizo para la calma.
No entederé jamás
como se le ocurrió a Jesús
resucitar ese puto día.
¿Que viene después
de haber alcanzado la gloria?
Se que hacer en la derrota,
simplemente lias el petate
y te buscas otra guerra.
¿Pero que hace uno
cuando gana?
¿Disfrutar de el domingo
tirado en la cama?
Nunca se me dieron bien
los finales largos
y he de vivir uno
cada maldita semana.

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