miércoles, 9 de julio de 2014

Puto fútbol.

Ha llovido mucho
desde ese chaval del extrarradio
al que se le daba fatal el fútbol.
Ha llovido demasiada mierda,
demasiadas sonrisas,
demasiadas caricias,
demasiada barra,
demasiada carne de cañon,
demasiado talego.
Pero hubo momentos
en que todo valió la pena,
esas pequeñas calamas
después de tú tormenta.
Puede que al final de la corrida
no se me diera mejor vivir
que darle al balón.
Nunca colé un gol,
pero vaya sí he jugado,
pese que la vida se empeñaba
en elegirme siempre el último.
He recorrido mucho campo,
hay quién diría que para nada,
pero que sabrán de la vida
los que marcaron.





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