sábado, 5 de noviembre de 2016

Amar es querer ensuciarse.

Me muero por recorrerte,
con los ojos,
con las manos,
con los labios,
con los dientes.
Quiero derramarme,
en tus mejillas,
en tu boca,
deslizarme en abundancia
por tu barbilla y cuello
hasta llegar a tus senos,
mientras tu me miras,
con sonrisa triunfal.
Deseo dormir en ti,
llenarte una vez y otra,
de mil y una maneras,
exprimirnos mutuamente,
como dos exóticas frutas,
hasta que de nosotros
sólo queden dos pieles,
en una cama empapada.

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