sábado, 30 de octubre de 2010

SOBRE EL SEXO ORAL Y LAS COMEDIAS

A través del balcón se veía una puesta de sol mediterránea digna del impresionismo. El rojo ocaso competía por mi atención con unos ojos verdes que me miraban expectantes. No recuerdo su nombre, pero ella era un dulce del que un hombre en sus cabales no se podía cansar.
La propietaria de las esmeraldas en cuestión esperaba la respuesta a una banalidad que se llevo el viento. Llevaba varias horas hablando de paridas y decidí pasar a la acción. 
Me gusta besar a traición. Costumbre que me a costado más de un disgusto pero da un toque de ``Prefiero pedir perdón a pedir permiso´´ que me gasto. Soy un peliculero, además, de estar lleno de topicazos como podéis comprobar. 
A lo que iba. La bese a quemarropa, lentamente. Este punto me vuelve loco. Si ella habré la boca punto, set y probablemente partido. Si no, mejor que seas rápido esquivando. Sus labios, se abrieron y su lengua salio a bailar con la mía. Nos separamos con prisa, de forma lenta y húmeda y como firma le mordí el labio inferior. 
La mire y me entraron ganas de volver a ir los domingos a misa. Era una cara de niña de unos veinte años, de piel bronceada y con unas curvas que ni la carretera de mi pueblo. Tenia una media melena negra que apenas cubría su cuello, el cual era mi próximo objetivo. Lo bese, lo mordí, lo lamí y volví a sus labios. Le quite la camiseta y la liberé del sujetador con habilidad de escapista. Devoré unos pechos con forma de pera al son de unos gemidos que no tardarían en convertirse en gritos.
Mi mano se deslizo por debajo de sus vaqueros en búsqueda de unas húmedas puertas del cielo. Cubiertas de unas braguitas de encaje que no servirían de defensa ante el ataque de mi diestra.
Acaricie su coño con acordes dignos de Santana y mi solo de guitarra despertó a la bestia. Me arranco la camiseta y empezó a bajar, morder y lamer mi cara y mi torso al son de ``Satisfacion´´ que yo tocaba en sus bajos.
Libero a Decker de mis pantalones y empezó a comérmela como un zampabollos a dieta come pasteles a escondidas.
No hay cosa más hermosa en este mundo que unos ojos bonitos mirándote mientras la propietaria te la mama como si se acabara el mundo.
Pero las crueles parcas no tejieron un final feliz para esa bella escena. Mi puta mente ociosa reparo en un detalle que hacia rato que no me importaba. En la tele que durante el transcurso de la velada había permanecido encendida, estaban dando una reposición de ``7 vidas´´ Javier Cámara dijo una chorrada que desato la risa en mi y la tragedia en la ya placida noche.
-¿Te ríes de mi?, dijo ella con la boca desocupada y odio en los ojos.
-No cielo me reía de la tele. Veras es que Paco… Craso error. Mis explicaciones no solo no la complacieron, si no que invocaron a un ser infernal que tras decirme de todo menos guapo (y amenazas sobre la castración y un par de comentarios sobre mandarme a mantener sexo con mi madre) me expulso de su casa y de su vida. Borrando toda posibilidad de terminar un polvo digno de ser narrado. Sintiéndome cual miembro de la selección española de fútbol. Asumí la perdida y me dispuse a emborracharme.

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