miércoles, 24 de noviembre de 2010

NO DISPARE A NADIE EN RENO, PERO ESA NOCHE ME HUBIERA CARGADO A MAS DE UN HIJOPUTA.











       En los vestuarios, los currelas del Mercadona miran con desconfianza esos 120 kilos de cicatrices, tatuajes y mala ostia en forma de armario ropero que es mi cuerpo. Ya termino otra jornada de pescar yonketas e hijoputillas del otro lado de lo que era el telón de acero. Cambiaba mi uniforme de matón a sueldo (o Vigilante de seguridad que es como se empeñan en llamarlo las empresas) por unos vaqueros y una camiseta de tirantes. Para rematar el conjunto, una chupa de cuero y una botas de motero. En el caso de muchos cretinos mi ropa de calle se ha convertido en el uniforme de malote de fin de semana…pero eso es otra historia.
     El calabobos me acaricia la cara cuando salgo del super y empiezo a callejear mientras se convierte en una suave llovizna. Si hay algo que me llena de melancolía y paz al mismo tiempo, es pasear por mi ciudad una noche de lluvia. Me encanta recorrerla con ese olor a asfalto mojado, mientras la lluvia arrastra milenios de sangre, basura y excrementos  hacia las cloacas. Es como acostarse con una antigua amante.
      Ya estoy en el portal de casa de Gabi. Uso la clave de llamada habitual. Como todos los descuidados que se dedican a algo ilegal es un paranoico. Tal como entro al comedor sé que esta noche va a ser de todo menos de mi gusto. En la habitación se encuentran una pareja, un niño de unos tres años y Gabi. Esta composición se completa con un par de bolsitas de mandanga y unas cuantas rayas pintadas en la mesita.
       Intento disimular mis ansias de asesinar a todo mayor de edad que se encuentre en la estancia, mientras me siento en una silla. Gabi nos presenta y para mi sorpresa, el despojo humano que no tiene reparos en atizarse delante de su hijo, es hermano de un subnormal con el que salía de fiesta hace diez años. Me invitan a unirme a la fiesta y rechazo amablemente, alegando que no he comido en todo el día y que prefiero cenar antes.
   - Gabi, necesito sacar de la caja un encargo.- Le digo con abierta hostilidad.
   - Coge lo que necesites.
   - Me gustan las cuentas claras…
   - Eso me gusta en un socio…que todo esté claro.-Tercio el padre del año tentando a su buena suerte. Se empieza a preparar un chino, lo enciende y le da una calada.- Esto le encanta al chiquillo….el olor de lo bueno.
   
    Una vez en el dormitorio ya a puerta cerrada….
    -¿Se puede saber de qué va esto? Hay un  puto crío, pedazo de subnormal.
    -No te preocupes, se ha criado en esto igual que los padres, como el hermano…. En su familia es así.
    -Me suda los cojones que en su familia sea tanta tradición la farla como para nosotros la cena navideña. Es un crio… ¡joder! Sería como atizarme delante de mi hija.
Y además es un marrón con patas.
    -Suaaaveee. No pasa nada.
    -Mira, es tu puto negocio y lo llevas como te sale de los cojones. Te he apoyado en mil mierdas pero por esto, no paso. Dame un pollo para mi y tres para Niko.
    -Hermano…
    -Ni hermano ni ostias. Me apetece mataros a los tres aquí mismo. ¿Y sabes por qué no lo haré? Porque hay un crio delante y eso son las cosas que joden la vida a alguien. Cosas como esa y ver a tus padres atizarse. Estos subnormales tienen a su hijo, lo meten en esas mierdas y yo llevo dos meses sin ver a la mía porque la zorra de mi exmujer quiere tocarme los huevos. Dame el tema, me piro, compro comida para llevar y una botella de vino. Pasaré la puta noche bebiendo rioja, escuchando vinilos  y disfrutando del café albino colombiano.
     -¿Me dejas hablar? Vete a pillar algo para cenar. Cuando vuelvas ya los habré echado y estará por aquí el Malka. Tengo rioja e irlandés de malta, hoy la juerga corre de mi cuenta.

     Ceno en un bar al lado de la casa de Gabi. Llegados a este punto de la historia debería de explicar la relación que me une con este sujeto. Algunos nos llamarían socios, otros amigos y el me llama hermano (la experiencia me ha demostrado que fiarse de alguien que te llama hermano trae tantas desgracias como hacerlo de una mujer que te dice que te ama).
Con sinceridad, he traficado, cobrado, dado la cara y hecho algún recado para él. Me cae bien y tenemos una relación cordial. No lo considero un amigo, pero sí un colega que me suministra drogas y me da alguna oportunidad comercial.

     De nuevo en el piso de Gabi el ambiente es más de mi agrado. Malka y Astur-madriles discuten sobre la saga de ‘Los Inmortales’.
     -Pinta una más.- Ladra Gabi al verme entrar.
     -Que sepáis que después de rodar la primera, habría que haber matado a todo el reparto por el bien de la humanidad y el buen gusto. –Les digo a sabiendas de que me esperan dos horas de discusión, sobre lo buena que es la segunda (que tiene un toque ciber-punk) y la grandiosa carrera del gordo de Sir Sean Connery.

      Tras un par de horas de discusión, dos botellas de vino, una de Jameson e infinidad de rallas. Sin pecar de sibarita, me choca la idea de que dos productos creados por culturas que nunca coexistieron casen tan bien como la cocaína y el whisky. Hacerse un par de lonchas y tomarse un buen escocés, es como dos ríos de amargor convergiendo en tu garganta. Luego un cigarrito de la victoria y tienes un momento de paz que pocas cosas te pueden dar.  Pero como dice el proverbio ´Hace una noche maravillosa seguro que viene alguien y te la jode’. La Nemesis de mi noche zen entraba por la puerta, en forma de 200 kilos de luchador de sumo criado en la huerta y llamado Juanote.
       Juanote llevaba un día dramático y estaba dispuesto a extender su drama a nuestro humilde reducto de esparcimiento. Nos contó que lo habían despedido y que su jefe era un cabrón despiadado. Que la semana que viene tenía que comprarles material escolar a sus sobrinas y demás dramas (Que personalmente cuando tu vida se reducen al nihilismo, la misantropía, pasar pensión a la zorra de tu ex, pagar hipoteca al banco y a un curro de mierda….vamos, que me la suda su puta vida).
      Malka lo consolaba, Astur-madriles le pintaba, Gabi servia las bebidas y yo meditaba sobre que actos en mi vida pasada eran tan atroces como para que en ésta no se me permitiera poder emborracharme y colocarme tranquilo en una noche cualquiera. De repente, la noche dio un giro tan inesperado como poco tranquilizador.
       -Tengo las llaves de la empresa. Vamos a darle un palo a ese hijoputa.- Dijo Juanote envalentonado por la bebida y el rebozado.- Y diciendo esto estamos todos en el ajo. Así que nadie se raja.
       Malka intento disuadirlo, Astur-madriles se callo como una puta y Gabi pregunto cuanto dinero y detalles del plan. Entonces se me hincharon los cojones de estar dentro de ‘Reservoir Dogs’. Me levanté y los puse encima de la mesa.
       -Me la sudan tus sobrinas, tu jefe, tu plan maligno y tu vida de mierda en general. No me enmarrono por nadie y menos a la fuerza. No voy a ir al talego por seguir un plan absurdo de un gordo borracho y enfarlopado. Y te faltan cojones para meterme en un berenjenal que ni me va ni me viene. ¡¿Te ha quedado claro?!
       - Está dicho. Y de aquí no se raja nadie. Si te faltan huevos nos esperas fuera. No te voy a dejar irte para que lo soples.
       Tal como acaba la frase se desploma de un derechazo en la cara. Ya estaba el saco lleno de gilipolleces por hoy. Le pongo mis grilletes de repuesto y entre los cuatro lo metimos en el sofá-cama del cuarto de invitados.
      -Cuando se le pase le sueltas. Yo me piro a casa.
      
       Me desnudo en mi habitación y me acuesto. Me esperan un par de horas de tele-techo. Luego el limbo que es dormir drogado y mañana fresco como una rosa tras una par de horas de fase R.E.M.

Menuda mierda de noche.





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