jueves, 30 de enero de 2014

Mudanza

Ésta puta vida
a mi no me cabe
en unas cuantas cajas,
ni en cuatro paredes,
ni siquiera en una casa
con una bonita valla blanca,
pero lo intento,
lo intento una vez y otra.
Sin quererlo
he acabado perteneciendo
a todas mis cosas,
a mi gente, a mis gatos.
Nunca lo quise, pero es así.
No hay nada malo
en echar raíces,
aunque hay veces
que la maceta
se me hace pequeña
y nunca tuve claro
sí soy una mala hierba
soñando que es un árbol.

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