jueves, 9 de enero de 2014

Una palabra tuya.

Una palabra tuya
bastará para sanarme,
como en las sagradas escrituras
que ya no importan a nadie.
Una palabra tuya
para clavarme a la cruz,
un beso para sanar mis heridas.
Me derramé en ti,
comiste mi carne,
mis demonios te robaron
tú viejo trono de oro
y un par de vueltas
de tus perfectas caderas
derribaron mis muros.
Éste amor tan antiguo
y a la vez tan nuevo,
éste amor de amores,
mi única verdadera fe,
el único paraíso que quiero.
Mi amada condena,
mi pecado poco original,
di que se haga la luz
y así será.
Con una pala tuya,
con una palabra tuya basta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario