jueves, 26 de junio de 2014

Gula.

Los días pasan por pasar,
sin sentido ni razón,
y mis noches en vela,
a veces por asco,
otras en blanco,
muchas dando a la tecla
y hasta agunas pocas
haciendo el amor.
Nada llena éste vacío
en el que se ha vuelto
mi disoluta vida.
Un vacío que engulle todo
creciendo cuanto más come.
¿Soy el plato o el comensal?
La mesa está puesta,
la cocina quedó en silencio
y los invitados llegan tarde.
Como envidio a la carne del plato,
al menos en esta mesa
la vida y muerte de alguien
tuvo algún sentido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario