domingo, 15 de junio de 2014

Nada es real.

Nada es real
más allá de tú latido.
Mi cabeza reposada
en tú cálido pecho.
Tus perfectos senos
balanceándose suavemente
al ritmo de tú aliento.
Nada es real
más allá de tú pecho.
Sólo hay un mundo
carente de toda importancia
más allá de rubor
que recorre tú piel.
Nada es real
más allá de tus brazos.
Ni yo mismo lo soy
cuando estoy entre ellos,
sólo soy la sombra
de lo que por ti siento.

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