domingo, 14 de junio de 2015

Nunca cambia el colchón.

Durmiendo rodeado
de mujeres y gatos,
me arropo con tú ausencia,
ahuecando una almohada
hecha de melancolía.
El colchón es el mismo,
pero yo he cambiado
y tu hace mucho
que nos cambiaste a ambos.
Quizá duermas mejor
en otros colchones
y en más gratas compañías,
pero la noche fui testigo
de que dormimos
más bien poco.
Tu ya no estás
pero no duermo sólo,
aunque las sábanas
aún conserven tú olor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario