martes, 29 de abril de 2014

Otra madrugada más.

Otra madrugada más
bailando con el teclado,
jugando con las palabras
hasta que me pille el sol.
Recuerdo otras madrugadas
en la fría compañía de un arma
con las estrellas recordandome
dónde estoy y que soy.
Las he tenido peores,
frías y eternas al son
de los sonoros ronquidos
de mi compañero de celda.
También las hubo
muchísimo mejores
en la más cálida y suave
de las compañías.
Sí el sol me ha de pillar
mejor que me pille follando
que jugando con rimas
que no importan a nadie.

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